USO Y ABUSO DE ABREVIATURAS EN LAS HISTORIAS CLÍNICAS:
UNA REFLEXIÓN SOBRE LA COMUNICACIÓN ENTRE PROFESIONALES
DE LA SALUD Y LA INTERACCIÓN MÉDICO-PACIENTE
CARLOS ALBERTO VELASCO-BENÍTEZ, M.D.1, JOHN MONTES, M.D.2 ,MAURICIO PATIÑO, M.D.2
1Pediatra. Gastroenterólogo y nutriólogo. Profesor titular. Universidad
del Valle. Cali, Colombia
2Estudiante de postgrado en pediatría. Universidad del Valle. Cali,
Colombia
RESUMEN
Introducción: Las siglas, necesidad de “economía
lingüística”, cada vez mayores en las notas de los
profesionales en salud, se ha convertido en un léxico de
clave y su uso indiscriminado, entraña peligros de
ininteligibilidad, siendo elemento de separación o
incomprensión en la comunicación. Objetivo general: Determinar la frecuencia del uso de abreviaturas en las
notas de ingreso de los Servicios de Pediatría General e
Infectología Pediátrica del Hospital Universitario del
Valle “Evaristo García” (HUV) de Cali, Colombia. Objetivo específico: Reflexionar sobre los peligros de
separación e incomprensión en la comunicación entre
profesionales de la salud y la interacción médicopaciente. Metodología: Fueron revisadas las
abreviaturas de las notas de ingreso de 200 historias
clínicas de niños que fueron hospitalizados en el HUV
de Cali, Colombia, utilizadas por estudiantes de
pregrado en medicina y postgrado en pediatría, y por
pediatras y sub-especialistas en pediatría de la
Universidad del Valle y del HUV de Cali, Colombia. Resultados: Se encontraron 293 abreviaturas que se
escribieron en 5759 oportunidades, con un promedio por
historia clínica de 28.79 veces (rango 5-56), siendo la
más frecuente FC (frecuencia cardíaca = 210). Quienes
más las utilizaron fueron los estudiantes de postgrado en
pediatría (31,3%). No se encontró significado a 12
abreviaturas (RHA, EE, RSPS, SSD, PP65, AH, D, IRA,
CPI, ITS, MEO, CSPSVS) y 21 tenían más de 2
interpretaciones, siendo la abreviatura SS la de mayores
interpretaciones: semanas, seguridad social, se solicita,
segundos y solución salina. Conclusiones: Los
profesionales de la salud del HUV de Cali, Colombia,
utilizan frecuentemente abreviaturas; siendo algunas
ininteligibles y otras con diversos significados; lo que
entraña peligros de separación e incomprensión de
comunicación entre los profesionales de la salud y de
salud en los niños.
Palabras claves: Discurso especializado médico,
Historia clínica, Abreviaturas, Siglas, Interacción
médico-paciente, Comunicación
Palabras claves: Criterios de Roma III en español,
Desórdenes gastrointestinales funcionales, Institución
Educativa Pública, Escolares, Colombia
SUMMARY
Introduction: The acronym, need to "linguistic
economy" growing in the notes to physician practices,
has become a key vocabulary and their indiscriminate
use, involves risks of unintelligibility, being element in
separation or misunderstanding communication. General objective: To determine the frequency of use
of abbreviations in records of Pediatría General and
Infectología Pediátrica from Hospital Universitario del
Valle "Evaristo Garcia" (HUV) in Cali, Colombia. Specific objective: To reflect on the dangers of
separation and misunderstanding in communication
between health professionals and the doctor-patient
interaction. Methodology: Abbreviations were
revised from records of 200 children who were
hospitalized in the HUV in Cali, Colombia, used by
undergraduate medical students and postgraduate
pediatrics and pediatricians and pediatric subspecialists
to Universidad del Valle and the Hospital
Universitario del Valle in Cali, Colombia. Results: There were 293 abbreviations and were written in 5759
opportunities, with an average of 28.79 times history
(range 5-56), the most frequent was HR (heart rate =
210). Were most used by graduate students in pediatrics
(31.3%). There was no meaning to 12 abbreviations
(RHA, EE, RSPS, SSD, PP65, AH, D, IRA, CPI, ITS,
MEO, CSPSVS) and 21 had more than two
interpretations, being the SS abbreviation of more
interpretations: weeks, social security, second and
saline solution. Conclusions: Health professionals
from HUV in Cali, Colombia, commonly used
abbreviations, being some unintelligible and others
with different meanings, what are dangers of separation
and misunderstanding of communication between
health professionals and health in children.
Keywords: Discourse medical specialist, Medical
history, Abbreviations, Acronyms, Doctor-patient
interaction, Communication
Recibido para publicación: octubre 15, 2013
Aceptado para publicación: abril 15, 2014
INTRODUCCIÓN
Los fenómenos de la abreviación de la lengua, según
Figueroa et al.1, suelen ser comunes, tanto en la lengua
común, oral y escrita, como en las lenguas de
especialidad; siendo su origen el principio de la economía del lenguaje y la ley del mínimo esfuerzo por
parte de los usuarios de la lengua. Las siglas, comenta
Rodríguez2, “constituyen uno de los métodos de
enriquecimiento léxico más característicos de nuestro
siglo, tan característico que un poeta español, Pedro
Salinas, troqueló la frase, tan manida hoy, de «siglo de
las siglas» para calificar la presente centuria”.
Las abreviaturas (formación de palabras) sinónimo de
siglas en este escrito, son utilizadas con elevada
frecuencia en el discurso especializado médico (historia
clínica), tanto por estudiantes de pre y postgrado en
medicina como por médicos generales, médicos
especializados, médicos supra-especializados y otros
profesionales de la salud. Sin embargo, la mayor parte de
estas siglas no han sido establecidas por conveniencia, ni
aprobadas por las institucionales asistenciales y/o
universitarias, sino que son a motu propio e inventadas.
Uno de los problemas de esta práctica, es que algunas
siglas tienen varios significados (polisemia), similitudes
(sinonimia) o ambigüedades (anfibología) y otras
corresponden a anglisismos (extranjerismos), dando
lugar a que una misma sigla sea interpretada de diferente
forma por varios profesionales de la salud, con el
resultado final de producir falsas interpretaciones, y
conllevar al error médico. Es posible que con su uso,
sobre todo en las siglas particulares o inventadas,
algunos profesionales de la salud, traten de minimizar el
impacto que pueda ocasionar la palabra o frase
completa, como en enfermedades socialmente dolorosas
como el cáncer (Ca), graves como la enterocolitis
necrosante (ECN), incurables como el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (Sida) o vergonzosas como
la tuberculosis (TBC); lo que puede confundir a otros
profesionales y además, vulnera el derecho del paciente
a conocer su enfermedad.
El resultado final de esta actitud, por los problemas de
comprensión e interpretaciones equivocadas
suscitados, que unida a la ya compleja actividad
asistencial médica, conlleva a consecuencias
desastrosas, como inconvenientes en la comunicación
fluida entre los profesionales de la salud, y lo que es
peor, en la ruptura comunicativa en la interacción
médico-paciente, lo que repercute negativamente en la
atención al paciente.
El objetivo principal de este trabajo es determinar la
frecuencia del uso de abreviaturas en las notas de
ingreso de los Servicios de Pediatría General e
Infectología Pediátrica del Hospital Universitario del
Valle “Evaristo García” (HUV) de Cali, Colombia y el
objetivo específico, es reflexionar sobre los peligros de
separación e incomprensión en la comunicación entre
profesionales de la salud y su repercusión en la
interacción médico-paciente.
RESULTADOS
En las 200 historias clínicas de los Servicios de
Pediatría General e Infectología Pediátrica del Hospital
Universitario del Valle “Evaristo García” de Cali,
Colombia, se identificaron 293 abreviaturas, que
fueron escritas en 5759 oportunidades. El número
promedio de abreviaturas por historia clínica fue de
28.8 (rango 5 y 56) (tabla 1).
La lista de las 10 abreviaturas más frecuentemente
utilizadas según el número de veces que fueron escritas
(5759) en las 200 historias clínicas analizadas de los
Servicios de Pediatría General e Infectología Pediátrica
del Hospital Universitario del Valle “Evaristo García”
de Cali, Colombia,, así como su significado, frecuencia
y porcentaje, se presenta en la tabla 2.
Quienes más utilizaron abreviaturas fueron los
estudiantes de postgrado en pediatría, seguidos por los
estudiantes de pregrado en medicina y de los pediatras y
sub-especialistas en pediatría (tabla 3).
En nuestro estudio, fueron consideradas 12 siglas
particulares o inventadas (4.0%), a las que no se les
encontró ningún significado: RHA, EE, RSPS, SSD,
PP65, AH, D, IRA, CPI, ITS, MEO y CSPSVS; y la
abreviatura con mayor carácter polisémico fue la SS,
con 5 significados diferentes: semanas, seguridad social,
se solicita, segundos y solución salina.
DISCUSIÓN
¿DISCURSO ESPECIALIZADO MÉDICO O
LENGUAJE MÉDICO?
Según Cabré3, referirse a lenguaje médico, es abusivo,
ya que para referirse propiamente al uso de lengua o
lenguaje, es necesario demostrar que detrás de los
denominados lenguajes de especialidad, haya una
gramática compuesta de fonología, morfología, sintaxis
y semántica; por lo que es mejor utilizar el término
registro. En este trabajo, nos referiremos a discurso
especializado médico, cuyas características involucran
variables como la temática, los usuarios y la situación de
comunicación.
El principal registro en medicina, propio del discurso
médico y desde el que exclusivamente puede ser
aprendido el registro especializado, es la historia clínica,
documento creado y gestionado por estudiantes de pregrado y postgrado en medicina; médicos generales,
especializados y supraespecializados, y otros
profesionales de la salud. En la historia clínica, reposan
de manera confidencial y secuencial, entre otros, los
datos de identificación del individuo, su motivo o causa
de consulta, la descripción cronológica de sus signos y
síntomas, los antecedentes personales y familiares, la
revisión por sistemas, el examen físico, la impresión
diagnóstica, el manejo, los resultados de exámenes de
laboratorio y la evolución.
CONDICIONES LINGUÍSTICAS DEL
REGISTRO ESPECIALIZADO MÉDICO
Desde el punto de vista lingüístico, y tomando como
referencia la definición de Cabré3, podríamos decir que
una historia clínica es un “conjunto de unidades de
información estructuradas lingüísticamente cuya
principal característica semántica es su precisión,
siempre con relación a un esquema conceptual
preestablecido (y aprendido) y reconocido por los
expertos de cada ámbito; precisión que no excluye que
dentro de un mismo ámbito puedan coexistir escuelas
de pensamiento distintas, que podrán tener
conceptualizaciones distintas de la materia en
cuestión”.
Para Cabré (3), las condiciones lingüísticas de un texto
especializado, para nuestro escrito, la historia clínica,
afectan unas al texto en general y otras a las unidades
que componen el texto. Con relación estas últimas,
Cabré(3), destaca las léxicas, y dentro de ellas, “el hecho
de utilizar palabras que solo suelen usarse con relación a un ámbito temático, o palabras usadas también en otros
ámbitos o de manera general, pero que adquieren un
significado específico en un ámbito determinado”.
LA ABREVIATURA (FORMACIÓN DE
PALABRAS): ¿ACRÓNIMO, ACORTAMIENTO O
SIGLA?
La acronimia según Martín(4), es el proceso por el cual se
crea una unidad léxica que procede de la fusión de, al
menos, dos palabras, una de las cuales, si no las dos, está
representada por un fragmento de su significante; siendo
estos fragmentos procedentes de la segmentación
arbitraria de los extremos opuestos de las bases
respectivas, de modo que el constituyente inicial se toma
del comienzo de la primera palabra y el constituyente
final de la terminación de la segunda (cantautor =
cantante + autor). Con relación al acortamiento, en la
bibliografía inglesa se refiere al término clipping para
definirla como la supresión de algunas sílabas de la
palabra base (Mac = Macintosh)(5). Oliva-Marañón6, al
referirse a la sigla, comenta que no hay acuerdo sobre la
terminología de este proceso no morfológico de
innovación léxica. Piñol(5), define la sigla como la
abreviación de sintagmas mediante el procedimiento de
conservar sólo la inicial de cada palabra. Para fines del
presente trabajo de investigación, abreviatura será
considerado como sinónimo de sigla, y las definiciones
utilizadas, según Giraldo el al.(7), serán:
Sigla: todo término complejo abreviado o nombre
formado con las letras, cifras y/o los símbolos iniciales
de sus elementos. Una sigla forma una secuencia cuya
pronunciación es alfabética, silábica o ambas.
Sigla propia: término complejo formado solo con las
inicialesde las palabras con significado (VIH = virus de
inmunodeficiencia humana)
Sigla impropia, mixta o sigloide: siglas en las que se
han utilizado caracteres secundarios (letras que no son
iniciales del término, cifras, símbolo) u omitido partes
fundamentales de la forma desarrollada (RNAasa =
ribonucelasa)
Siglónimo: Sigla que se ha lexicalizado; es decir,
cuando una sigla, se incorpora a la lengua general como
una palabra y se someten a las reglas de ésta. En una
primera fase la sigla se escribe en mayúscula, recurso
gráfico que las caracteriza, sin embargo, el resultado
final de la lexicalización es la pérdida de las
mayúsculas (S.I.D.A. = SIDA = sida = síndrome de
inmunodeficiencia humana)
EL USO DE LAS SIGLAS EN EL DESCURSO
ESPECIALIZADO MÉDICO
En la Ortografía de la lengua española 20108, se enuncia
que “cada disciplina termina acuñando un conjunto de
siglas correspondientes a la terminología sentada en su
ámbito”; por lo que no es inusual, al lado de los
términos de semiología médica, encontrar en las
historias clínicas de manera notoria, la utilización de
siglas; evento igualmente reportado por Águila(9), en la
disciplina militar, quien indica que la existencia de las
siglas en los documentos militares es una de las
características más importantes de este tipo de
registros, de manera que la extensión y consolidación
de este uso cada vez más mayoritario y acrecentado, lo
ha elevado al rango de idiosincrasia, es decir, de rasgo
definitorio y esencial; y explica este fenómeno a varias
razones: 1) la economía del lenguaje traducida en no
tener que repetir constantemente un expresión
pluriverbal fija a lo largo de un texto, lo que facilita
además la lectura; 2) el carácter críptico de algunos
discursos especializados que hace que su lectura
requiera un mínimo de formación y conocimiento previo, lo que conlleva que para el público común
resulte en ciertos momentos indescifrable o de gran
dificultad; 3) la jerarquización del entramado militar en
diversos organizaciones, estamentos, unidades,
destacamentos, grupos de trabajo, y 4) la estrechísima
relación con el inglés.
Como consecuencia de que en los últimos años, en el
ámbito médico, se ha visto con frecuencia la utilización
de siglas que en la mayoría de los casos no están
homologadas a nivel nacional ni internacional, varias
entidades han optado por sacar textos como en el caso de
Yetano et al.10, para que sean utilizados como meros
referentes de una mejor codificación en los servicios de
Admisión y Documentación; tarea que también a partir
del 1 de julio de 2008, Navarro11 en la web de la
Asociación Internacional de Traductores y Redactores
de Medicina y Ciencias Afines (http://tremedica.org
/glosarios/siglas), permite consultar como un repertorio
completo de siglas, acrónimos, abreviaturas y símbolos
utilizados en textos médicos escritos en español; con la
recomendación de no usarlo como fuente de autoridad
para saber cuál es la forma correcta de abreviar un
término médico en español.
EL FENÓMENO DE LA NEOLOGÍA EN
MEDICINA
Si definimos la neología según Gil12, como la producción
de unidades léxicas, bien sea por la aparición de un
nuevo significante, bien por la asignación de un nuevo
significado a un significante ya existente en la lengua o
como la expresión de las grandes fuerzas productoras del
lenguaje: la creación de derivados, de compuestos y de
figuras; y que en medicina, la sigla no se ve como una
unidad extraña, sino por lo contrario, como un fenómeno
común, además de la presencia de nuevas enfermedades,
laboratorios y tratamientos, terminamos consolidando el
fenómeno como unidades terminológicas de uso común
médico, con el objetivo que se entienda la historia
clínica como un documento verdaderamente médico.
EL ESPANGLISH EN LA MEDICINA
Devís(13), denomina al Espanglish, al fenómeno utilizado
tanto en la Red como en otros ámbitos, que consiste en la
mezcla de inglés y de español, de anglicismos adaptados
al español sin ningún criterio lingüístico, y de la
traducción literal de muchos de ellos, por lo que lo
considera como una amenaza para nuestra lengua. Sin embargo, no hay que olvidar como lo refiere Navarro(14),
que el inglés es el medio de comunicación internacional
en el ámbito de las ciencias de la salud, llegando a
considerarse como una segunda lengua común a médicos e investigadores. Su influencia sobre el
lenguaje médico castellano, más evidente en las zonas
donde el contacto con el inglés es más estrecho, resulta
incuestionable.
PELIGROS DE SEPARACIÓN E
INCOMPRENSIÓN EN LA COMUNICACIÓN
MÉDICA
Polisemia. El presente estudio encontró 21
abreviaciones (7.1%) con más de dos significados
distintos, siendo SS la más frecuente (semanas,
seguridad social, se solicita, segundos y solución
salina). La sugerencia para saber en qué sentido se está
utilizando la sigla en un documento concreto, es
decisivamente el contexto donde se escribe; por
ejemplo, en la sección de la cronología de los signos y
síntomas, SS será “semanas”, y en la sección de datos
sociodemográficos, SS equivaldrá a “seguridad
social”. Sin embargo, con esta misma abreviación (SS),
se puede incurrir en polisemia dudosa: en la sección de
órdenes médicas, SS será “se solicita” o “solución
salina”. Estos hallazgos son similares a los reportados
Jiménez(15), quien encuentra que la polisemia y la
sinonimia son fenómenos frecuentes en el ámbito de la
terminología anatómica.
Sinonimia. Aleixandre et al.(16) , comenta que la falta de
un criterio uniforme y universal en la adopción de las
siglas hace que una misma enfermedad pueda ser
designada por siglas diferentes, de acuerdo con las
modas y tendencias. En el estudio por ejemplo, tanto
RGE como ERGE, se referían a reflujo gastroesofágico
o IR, FR, IRC, FRC, a insuficiencia renal.
Anfibología. Aleixandre et al.(17) , al analizar 87
documentos entre abril y mayo de 2005 del Centro de
Salud de Xativa, España, encuentran que el abuso de las
abreviaciones puede producir problemas de
comprensión, entre otras por ambigüedad, que dan
lugar a falsas interpretaciones, confusión, impresición
o incluso volver ininteligible un texto.
Error médico por falsas interpretaciones. Aleixandre et al.(16), indica que el uso de abreviaciones
constituye uno de los principales abusos que se producen en el lenguaje médico y es el propio
profesional quien sufre las consecuencias; sobre todo en
los informes y diagnósticos de las historias clínicas y
volantes de interconsultas entre médicos.
Siglas particulares e inventadas. Aleixandre et al.(18),
comenta que la confusión que acompaña al intento de
interpretación de las abreviaciones se acentúa cuando
algunas expresiones se vuelven muy complejas y
difíciles de interpretar. En nuestro estudio, a 12
abreviaciones (4.0%), no se les encontró ningún
significado: RHA, EE, RSPS, SSD, PP65, AH, D, IRA,
CPI, ITS, MEO y CSPSVS.
Extranjerismos. Según Aleixandre et al.(19), los
extranjerismos son barbarismos que consisten en el
empleo inapropiado de voces, frases o giros procedentes
de lenguas extranjeras; y sólo deberían aceptarse si se
cumplen tres condiciones: 1) que sean necesarios, es
decir, cuando el idioma no dispone de términos
equivalentes adecuados, 2) que se adopten del mismo
modo en todo el ámbito del idioma, para evitar que cada
región escoja diferentes términos para designar un
mismo concepto, y 3) que se adapten a las reglas y
estructuras formales de la lengua que los adopta. En las
siglas del estudio, se encontraron igualmente siglas
provenientes de extranjerismos principalmente del
inglés (anglisismos) como CAT (computed axial
tomography) y TPN (total parenteral nutrition).
Interacción médico-paciente. Si bien el uso de las
abreviaturas debería quedar solamente plasmado en la
historia clínica, con gran frecuencia se extrapola al
diálogo del médico con el paciente, lo que Hernández et
al.(20) identifica como un elemento perturbador de tipo
lingüístico que ocasiona ruptura comunicativa en la
interacción médico-paciente (Señora, como su hijo
presenta una EDA, es necesario que le tome un CPC para
identificar la presencia de una E. coli, y así indicarle un
antibiótico = Señora, como su hijo presenta un cuadro
diarreico, es necesario que se tome un examen de materia
fecal para identificar la presencia de una bacteria y así
indicarle un antibiótico).
En conclusión, si bien es cierto que los estudiantes de
pregrado en medicina y de postgrado en pediatría, y los
pediatras y subespecialistas en pediatría del Hospital
Universitario del Valle “Evaristo García” de Cali,
Colombia, utilizan frecuentemente abreviaturas; unas de
ellas ininteligibles, particulares o inventadas; algunasderivadas del espanglish y otras generadoras de
polisemia, sinonimia y anfibología, entre otros; lo que
preocupa son los peligros de separación,
incomprensión y ruptura de la comunicación entre
médicos, fenómeno que se refleja en la interacción
médico-paciente y al final en la salud de los niños por
cuenta del error médico. En general, no se espera crear
nuevas abreviaciones que compliquen más el discurso
especializado médico, sino realizar una serie de
diferenciaciones que sean útiles con el propósito de
identificar cada tipo de abreviaciones. De igual manera,
se invita a que se consulten textos, diccionarios e
incluso la misma web, que tratan de las siglas y los
listados de abreviaciones científicomédicas que
pueden ser útiles para su comprensión.
Es posible que a futuro en las facultades de salud, se
requieran asignaturas que involucren además de la
semiología médica, la lecto-escritura de las siglas por
medio de estrategias de enseñanza para estudiantes
(LSP) que según Giraldo et al.21, permiten al experto en
formación la adquisición de una competencia doble: de
un lado, el estudiante alcanza una competencia
lingüística; es decir, el dominio de las estructuras
gramaticales propias de la lengua que se adquiere, y de
otro lado, la competencia terminológica que pretende
que el estudiante conozca ampliamente la terminología
propia de su ámbito de especialidad.
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